Mi terapeuta me dejó para la semana, anotar quince momentos gozosos del día. Me parece un buen ejercicio, porque siempre le vemos lo malo a las cosas, o por lo menos yo sí: Mi fatalismo y yo, Yo y mi fatalismo.
A ver cómo me va, por supuesto los resultados serán publicados.
qué padre, esperaré :)
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